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| De la serie Circuitos de F1: | |||
Circuito Urbano del Vaticano 
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| Localización: | El Vaticano | ||
| Sede del GP: |  GP del Vaticano
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| Longitud: | ¿Llegará a los 3 kilómetros? | ||
| Nº vueltas (En la F1): | Nunca quedan pilotos suficientes como para dar todas las vueltas. | ||
| Piloto con más victorias: | Ratzinger Z, porque cuando le de la gana se hace el circuito. | ||
| Años en la F1: | Cuando Ratzinger Z quiera | ||
| Índice de peligrosidad: | Inmensa | ||
| Número de accidentes por carrera: | Media de 99999999999999999999999999 por carrera, y con lluvia ni te cuento | ||
| Valoración general: | Pocos circuitos de estos se hacen ya | ||
«¡Que Dios me bendiga!»
~ Un piloto cualquiera a punto de dársela (Y haciendo la pelota al Papa, ya que si fuese otro circuito hubiera dicho "¡Jooooooder! ¡¡¡PUM!!!")
«¡Vaya "hostia"! ¡Y encima consagrada!»
~ Otro piloto cualquiera siguiendo el metodo del anterior
El circuito del Vaticano es un proyecto comandado por el Papa para albergar un Gran Premio de Fórmula 1 en su pequeña cuidad. Por el momento, la FIA está tomando la decisión de si dejarlo formar parte del calendario junto con el Circuito Urbano de Bailén, el Circuito Urbano de Tomares y el Circuito Urbano de Campo Lugar. La idea fue lanzada por el presidente de Ferrari, Luca Cordero di Montezemolo, quien dijo que cualquier día de estos El canoso les haría correr ahí.
Un día Ratzinger Z, harto del petar a los monaguillos, decidió elaborar un proyecto de Fórmula 1, pero no se metió a piloto, ni fundó un equipo. Realizó unos planos de un circuito, un circuito que sería recordado por ser el mas estrecho del mundial, en el que los coches apenas cabrían, el que se disputa en el país mas pequeño del mundo y en el que cualquier error te deja fuera. Se puso manos a la obra y los monaguillos empezaron a seguir los planos del sumo pontífice, siendo coordinados por VaticanMotors Corp., la empresa creadora del papamóvil y de Terminator. Un tiempo más tarde, el circuito fue terminado.
Otra hipótesis señala que el séptimo día , en el que Diox se tomó un descanso cuando terminó de hacer el mundo, se aburría un cojón huevo y decidió hacer unos planos de un circuito de Fórmula 1, y milenios más tarde fueron encontrados por el gran Ratzinger Z que ordenó la construcción de este trazado en memoria de Diox.
El trazado empieza por detrás de la plaza del Vaticano, la cual hay que rodear hasta encontrar la entrada, por lo que hay que dar una curva de medio círculo, (una de las mas abiertas del mundial) y si te sales ahí que vas a cerca de 300 y con todo el bache que suele haber, malo. Una vez encontrada la entrada hay que frenar a muerte, pues después de la curva abierta viene una muy cerrada de medio círculo también y el circuito se estrecha.
Después de sortear la curva, viene un alfiler de 180º y una pequeña recta, que lleva a una curva ciega. A su vez, esta lleva a otra curva de medio círculo, también rápida, pero estrecha. Llegamos entonces a otro alfiler, donde se repite la secuencia y hay que volver a dar otro medio circulo, mas cerrado que el anterior, y volvemos a lo mismo, otro alfiler y otro medio círculo, 3 veces consecutivas, aunque ahora dan un poco de tregua y se ensancha un poco. Acaba así el primer sector y llegamos a la parte mas rápida del circuito que llega hasta la meta.
Ahora llegamos a una recta que termina en el túnel del circuito, que no pasa nada más ni nada menos por los mismos pasillos de la casa de su santidad. Para colmo, el túnel es curvado, y no se ve ni torta porque en el Vaticano quieren ahorrar en luz, así que la iluminación no se enciende desde que se instaló; además, las antiguas baldosas de mármol del suelo no tienen fricción y resbalan, por lo que nadie se salva de una buena yoya en el tunel si no se la han pegado ya o han rezado a Dios delante del Papa para acabar la carrera. Tras salir del túnel por la puerta de atrás (si es que sales) desembocas en los jardines del Vaticano, donde llegas a la siguiente curva a traves de una recta.
Tras doblar esa curva llegas al tercer sector y a la zona boscosa tras otra recta, donde te puedes comer fácilmente un árbol (que te lo diga Jim Clark), salirte de la carretera e irte a parar a un barranco que no se ve desde el aire, y muchos otros peligros; de hecho, varios corredores han desaparecido misteriosamente en este bosque, y por el momento Cuarto Milenio no ha logrado encontrarlos. En fin, tras salir del bosque llega otra recta con otro pequeño bosque, aunque mas pequeño que el anterior. Aqui nos encontramos detras de la plaza del Vaticano; hay que tener cuidado con las ventanas altas del edificio, ya que se cuenta que varios monaguillos se dedican a lanzar neumáticos desde arriba contra los coches, pero no es cosa probada. Finalmente llega la última curva, donde puedes seguir recto e irte a los PITS, donde hay preparado un santuario de San Ganchao para Hamilton. Claro, San Ganchao al ser santo no podia faltar en este Gran Premio. La última curva lleva de nuevo a la linea de meta.
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